Crónicas desde la Hacienda Gran Ecuador

¿Harto de no entender al Ecuador? ¿Cansado de la irracionalidad, el caos, el folclor y los abusos? Ya no te tires de los cabellos. Nuestro lugar natal no es una república, no es una nación, no es un país. Es sólo un verde latifundio. ¿Ciudadano tú? No seas ingenuo. A lo máximo a lo que puedes aspirar es a ser un cumplidor capataz. Contigo, Crónicas desde la Hacienda Gran Ecuador, producto de un grupo de esclavos semianalfabetos que han decidido dar un paso hacia la libertad. ¡Únete!

jueves, febrero 15, 2007

La nueva izquierda
por Simón Espinosa Jalil

El actual gobierno, como todos repiten, es de “nueva izquierda” o “socialista del siglo XXI” y, como tal, intentará plasmar sus ideas en la Asamblea Constituyente.

Por eso, es inquietante que, aparte de una serie de enunciados idealistas, no se haya explicado en términos prácticos qué diferencias tiene el socialismo del siglo XXI con el del siglo XX.

La nueva izquierda no es, en realidad, tan nueva. Ya en los años 70, cuando en algunos países era evidente el fracaso del experimento marxista, varios grupos se divorciaron de la “vieja” izquierda, pero sin cometer el sacrilegio de pasarse al bando contrario.

Su rasgo principal es su desprecio por la ciencia económica. Puesto que la derrota del socialismo fue peor en el área productiva, en la que no pudo competir con la economía de mercado, la nueva izquierda decidió ignorar ese ámbito. Así, no es raro en los círculos neosocialistas que se le dé más valor científico a la sociología que a la economía liberal, a la que se descalifica como una invención imperialista y amoral que reduce al ser humano al despreciable papel de “homo economicus”.

Por eso, que el Ministro de Economía suene en sus entrevistas más como sacerdote que como economista no es sorprendente: la nueva izquierda ha abandonado, al menos en su discurso, el materialismo de su antecesora. Ha heredado, sin embargo, varias ideas importantes. Una de ellas es la condena del afán de lucro y de la gran empresa; otra es la fe en la bondad del ser humano y en su natural espíritu cooperativo.

¿Son verdaderos esos supuestos? ¿Son más humanas y responsables las pequeñas empresas que las grandes? ¿Tenemos en realidad los ecuatorianos un ancestral “gen” asociativo? Si la respuesta es que no, si la verdad es que esas ideas han sido engendradas por funcionarios de clase media en sus torres de cristal, la llegada de un estado autoritario es inevitable.

El Presidente ya lo dijo: para él, estamos en una pelea de buenos contra malos. Puestas las cosas de ese modo, el Estado tendrá todo el derecho, incluso moral, para transformar por la fuerza a todos los ciudadanos deficientes en socialistas ejemplares.

2 Comments:

At 1:51 p. m., Anonymous Anónimo said...

Buena Simon, me gusta mucho como escribes.

Pero.. no sera que estas satanizando y descalificando de antemano a esta "nueva izquierda", de la misma manera en la que la acusas de rechazar a la economia de mercado? (es decir, sin reconocer que tal vez aporta de alguna manera a un aun inexistente debate publico acerca de como organizar la economia y la sociedad en general?).

un saludo

 
At 8:19 p. m., Blogger pakeins said...

Todos los argumentos son sólidos, verosimiles, hasta ciertos... estoy de acuerdo contigo.
Exponen muy bien las denuncias, pero acaso no lo hace todo el mundo, de lado y lado siempre se expone las imperfecciones de un sistema... pero yo necesito alternativas...
siempre todos diran esto esta mal... pero que proponen... necesito unas cuantas respuestas, para poder creer en algo

 

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