Crónicas desde la Hacienda Gran Ecuador

¿Harto de no entender al Ecuador? ¿Cansado de la irracionalidad, el caos, el folclor y los abusos? Ya no te tires de los cabellos. Nuestro lugar natal no es una república, no es una nación, no es un país. Es sólo un verde latifundio. ¿Ciudadano tú? No seas ingenuo. A lo máximo a lo que puedes aspirar es a ser un cumplidor capataz. Contigo, Crónicas desde la Hacienda Gran Ecuador, producto de un grupo de esclavos semianalfabetos que han decidido dar un paso hacia la libertad. ¡Únete!

lunes, septiembre 18, 2006

Más corruptos que un magistrado

Simón Espinosa Jalil

Todo aquel que haya sufrido la desgracia de ir a un juzgado en nuestra hacienda sabe que no es raro tener que pagar a un juez por una sentencia favorable. Si uno ha sido culpable o inocente es un detalle que no molesta si la cantidad ofrecida es superior a la de la otra parte.

Por eso, la acusación de nuestro héroe Renán Borbúa contra el magistrado Zambrano Pasquel y su tierno hijo solo es noticia porque existe un video que los inculpa, pero no aporta nada nuevo a nuestro conocimiento sobre el sistema judicial. (A propósito, ¿cómo hará un ex oficial de rango medio del ejército para tener un caserón como el de nuestro héroe?)

Otras noticias peores han salido en la prensa en estos días, pero, como siempre, las hemos ignorado. Una de ellas habla sobre el auge del robo de cerebros electrónicos de vehículos. Sin esos artefactos, cualquier carro a inyección, por más tuneado que esté, se convierte en unas latas inservibles.

Como muchos paisanos de la hacienda conocen, se pueden conseguir esos y otros aparatos robados en la feria de Machachi, los sábados desde las cuatro de la mañana (al que madruga Dios le ayuda). Pero no solo eso: si es que el “stock” se ha agotado, uno puede pedir que le consigan uno a la medida (porque cada marca de carro necesita un cerebro diferente). En palabras sencillas, lo que uno hace es contratar al ladrón para que le dé robando uno.

Lo increíble del caso es que muchos de quienes han hecho esto lo confiesan con la más absoluta inocencia. Acaban de participar en un delito, como autores intelectuales y financistas, pero no les parece nada del otro mundo. Al contrario, se consideran víctimas de robo y están malgenios por haber tenido que madrugar un sábado.

Si se les dice que son tan criminales como cualquier ladrón, al principio se ponen bravos, pero luego se dan cuenta de la verdad. Pero no se arrepienten. En general, se encogen de hombros como diciendo “así es la vida, a mí me robaron primero”.

Y es cierto: así es la vida en la Hacienda Gran Ecuador. Aquí hay tiendas de videos piratas con facturas legales y locales propios en centros comerciales respetables (por si les interesa, en uno de ellos venden la colección completa del “Chavo del 8”); aquí el buen pueblo indígena se levanta porque la policía arresta al paramilitar-secuestrador-extorsionador que les “daba seguridad”; aquí los periodistas estrella consiguen trabajo “part time” como relacionadores públicos de empresas; aquí hay que tratar a los socios de negocios como posibles estafadores (porque, con casi total certeza, intentarán estafarte).

Pero lo que nos horroriza es que un pobre juez con un evidente problema de autoestima le haya (presuntamente) pedido un poco de plata a nuestro héroe Borbúa.

Ello ilustra la extendida creencia de que corrupción es lo que hacen los otros, allá arriba, por muchos miles de dólares, mientras que lo que hacemos los demás, todos los días, es común y corriente.

Esa visión debería servir de advertencia a quienes insisten en la fantasía de la “partidocracia” depredadora que ha perseguido y acosado a los ciudadanos como leones a indefensos venaditos (¿han visto la propaganda de Correa?).

La verdad es que los ecuatorianos, en general, no somos víctimas inocentes, sino participantes, no siempre por obligación, en el sistema. No somos venaditos, sino cachorritos de león. Solo somos mafiosos sin suerte.

Así que esperar que una Asamblea Constituyente sea distinta a un típico Congreso, y que el “pueblo” vaya a arreglarlo todo apenas se le devuelva la voz es, por lo menos, muy optimista. ¿Acaso el Guayas va a dejar de votar por el “Pocho” Harb y su pistola, ídolos de masas, si la elección es por distritos? ¿Acaso Pichincha va a ignorar al próximo locutor de radio o a la próxima ex-reina de Quito que se presente?


PD 1: Al lector que moleste porque en este blog solo se critica pero no se dan soluciones, le proporcionamos la moraleja del artículo:
Como dice Radio Quito antes de las noticias (en realidad lo dijo Velasco Ibarra): “¿Queréis revolución? Hacedla primero dentro de vuestras almas”.


PD2. ¿Qué clase de magistrado que pide (presuntamente) un millón de dólares por sentencia también le saca viáticos a la Corte Suprema de Justicia para un viaje al que ha sido invitado con todos los gastos pagados? Realmente debe andar escaso de platas.