Crónicas desde la Hacienda Gran Ecuador

¿Harto de no entender al Ecuador? ¿Cansado de la irracionalidad, el caos, el folclor y los abusos? Ya no te tires de los cabellos. Nuestro lugar natal no es una república, no es una nación, no es un país. Es sólo un verde latifundio. ¿Ciudadano tú? No seas ingenuo. A lo máximo a lo que puedes aspirar es a ser un cumplidor capataz. Contigo, Crónicas desde la Hacienda Gran Ecuador, producto de un grupo de esclavos semianalfabetos que han decidido dar un paso hacia la libertad. ¡Únete!

miércoles, febrero 21, 2007

Hacienda con bloqueo central
por Daniel Márquez Soares


Al momento de conducir, los huasicamas de la Hacienda Gran Ecuador tenemos una costumbre muy curiosa. Apenas nos subimos al vehículo, lo primero que hacemos es echarle seguro a la puerta. Si es que tenemos bloqueo central, mejor, porque con un solo golpe de dedo cerramos todo el carro. La justificación es obvia: tenemos miedo de que nos roben.

En latitudes civilizadas sucede lo contrario. Una de las primeras cosas que se les enseña a los futuros conductores es a jamás poner seguro. ¿Por qué? Porque en caso de un choque o un volcamiento, sería muy difícil ayudar al piloto. Habría que perder valiosos segundos reventando el vidrio o forzando la puerta para rescatar a los heridos.

Exagerando un poco, podríamos decir que el caso anterior es toda una parábola que ilustra la forma como los felices habitantes de la hacienda vemos el mundo. Por algún extraño motivo, nos gusta pensar que más allá de nuestras narices, en lugar de ayuda, sólo hay rateros y abusivos esperándonos.

En el plano internacional, durante décadas, nos hemos dado modos de encerrarnos con seguro en nuestro querido vehículo llamado Hacienda Gran Ecuador. Logramos la proeza de mantenernos al margen de todas las grandes corrientes migratorias que azotaron el continente. Supimos blindarnos con aranceles y aprendimos a recitar como papagayos la doctrina de la soberanía cada vez que otro país venía a darnos consejos. Conseguimos salirnos de la OPEP y aún no entramos a la CONVENMAR. A muchos no les da vergüenza el hablar con añoranza del viejo Quito provinciano en el que “todos se conocían”.

En nuestro imaginario, el extranjero es malo. Aguarda a que abramos la puerta para saquearnos con la misma mañosería del delincuente que espera por nosotros en el semáforo. En los anales oficiales de la hacienda, los extranjeros, ya sean los españoles, Ran Gazit, o Juan José Flores, han sido siempre un poco bellacos. Al corrupto o al asesino se lo odia aún más cuando viene de afuera. Vivimos tan encapsulados que los guayaquileños de verdad creen que tienen sangre de guerrero y los quiteños siguen pensando que "no hay mujeres en el mundo como las de mi canción".

El nuevo gobierno de la hacienda, en plena era de la globalización, ha contribuido a este síndrome. Con su discurso de “la patria no está en venta”, “entreguismo” o “bobo aperturismo” ha ayudado a sacralizar el aislamiento irrisorio en el que vivimos. No importan los beneficios como comercio, tecnología o aprendizaje. Mejor poner seguro.

1 Comments:

At 5:15 p. m., Anonymous juan perz said...

el israeli RAN GAZIT de los 150,000 dolares de la epoca de LEON FEBRES CORDERO, asi como nunca se presento a los juicios en ECUADOR vive en LIMA-PERU y esta casado con la conocida fotografa ESTRELL LEVY DE GAZIT

 

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